Este 16 de agosto se conmemora 154 años de la Restauración
La Guerra de la Restauración fue una guerra
llevada a cabo en Santo Domingo desde
1863 hasta 1865 entre los dominicanos y España, que el conservadurismo dominicano había invitado
de nuevo a tomar posesión del país 17 años después de la Guerra de
Independencia contra la República Haitiana y 42 años después de que los
habitantes de la parte oriental se declararan independientes de España. El
conflicto terminó con la victoria dominicana y la retirada de las fuerzas
españolas del país.
Antecedentes:
En 1861, el general Pedro Santana había arrebatado la presidencia a Buenaventura Báez, quien había quebrado la Tesorería de la Nación con grandes
ganancias para sí mismo. Frente a una crisis económica, así como la posibilidad
de un nuevo ataque de Haití, Santana pidió a España que retomara el control de su antigua posesión bajo la
categoría de provincia.
Las autoridades españolas comenzaron a alienar
a la población en general mediante el establecimiento de una política conocida
como “bagajes”, que requería que los ciudadanos entregaran cualquier animal de
trabajo a los militares españoles sin ningún tipo de garantía de indemnización.
Esto fue problemático en la región del Cibao, donde los agricultores dependían de sus animales para su
sustento.
Mientras tanto, España había emitido una orden real en enero
de 1862 declarando su intención de recuperar los territorios que Toussaint Louverture había tomado por Haití en 1794.
Guerra restauradora:
El 16 de agosto de 1863, un nuevo grupo bajo el liderazgo
de Gregorio Luperón y Santiago
Rodríguez hizo una audaz incursión en el cerro de Capotillo (Dajabón) e izaron el pabellón dominicano. Esta
acción, conocida como el Grito de Capotillo, fue el comienzo de la
guerra.
Una ciudad tras otra en el
Cibao se unieron a la rebelión, y el 13 de septiembre, un ejército de 6,000
dominicanos se atrincheró en la Fortaleza
San Luis, en Santiago.
Los rebeldes establecieron un nuevo gobierno al día siguiente, con José Antonio 'Pepillo'
Salcedo como presidente, e inmediatamente calificó a Santana,
que ahora era líder de las fuerzas españolas, como traidor.
Secuelas:
Muchas ciudades dominicanas y la agricultura en todo el país
fueron destruidas (a excepción del tabaco) durante la guerra, la Guerra de
Restauración trajo un nuevo nivel de orgullo nacional a la República
Dominicana. La victoria dominicana también le demostró a los cubanos y
puertorriqueños que España podía ser derrotada. Por otro lado, en la política
local, el liderazgo durante la guerra se concentró en las manos de pocos
caudillos regionales, quienes podían ordenar la lealtad de las regiones. Este
sistema de poder político se mantuvo hasta finales del siglo XX.
Cada 16 de agosto se conmemora día de fiesta nacional en la
República Dominicana, así como el día que el presidente dominicano es
juramentado en su cargo cada cuatro años.
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