De la vida nocturna a fincas

Santo Domingo Este.- Hace unos meses visite una finca en la que tocarían timbaleros y obviamente votar el golpe con esto de la pandemia. Llegando allí me percaté que no tan lejos de la Zona Oriental de Santo Domingo Este, existe esa finca a la que llaman “Finca de Ñato” ubicada en La Nueva Jerusalén de San Luis.

Luego que ubique una silla bajo la sombra de algunos árboles, los vehículos seguían llegando con sus bocinas para desde luego subirle el volumen a toda nota.

Me di cuanta que era la única junto a mis acompañantes que llevaba mascarilla, cuidándome de un contagio del Covid-19, pero que mas llamó la atención eran las meseras semi desnudas quienes les servían a los invitados las bebidas y comida según las peticiones.

Semanas después, uno de mis acompañantes me mostro una tarjeta que el dueño del negocio le entrego. Presumiendo de lo activo de su negocio de diversión confeso que tenía 120 mujeres colombianas para amplios servicios que el mismo ofrece de manera personalizada. Entre ellos pool dance (bailes eróticos, etc.…).

Observe las chicas algo incomodas, quizás por como la miraban, o las impertinencias de algunos hombres que las miraban con el deseo de manosear la carne que ya estaba a la venta.

Lo que me da curiosidad es que el propietario es un ex comunicador venezolano quien dirige dicho servicios abiertamente. Confeso a mi acompañante que modestamente dicho negocio le ha sacado el jugo en base a esas mujeres y que para no llamar mucho la atención se mantiene en bajo perfil para no justificar sus bienes.

Es aquí donde me pregunto, estarán esas mujeres de acuerdo  con el tipo de trabajo que realizan, reciben beneficios justo por el alquiler de sus cuerpos?

Detalles de este articulo en el siguiente enlace del video: VIDEO

Por Brita Feliz

Periodista y experta en Marketing Digital

Instagram