Un paradigma para la inmortalidad

 Por Carmelina Labourt. ✍





Una alta distinción de la música parte a su encuentro sin retorno, pero su inconmensurable legado pasará a la eternidad como un verdadero embajador de nuestro arte.


No se podría concebir la historia del merengue, sin mencionar el nombre de una leyenda que supo enamorar, no solo a través de su música, sino también, con su contagiosa sonrisa, humildad, nobleza y energía.


Una vida plagada de éxitos, marcada por una amplia trayectoria musical, elevando en su justa dimensión nuestra identidad cultural.


Sin lugar a dudas, él es una representación genuina de nuestro merengue, un ritmo que transformó aportando nuevos colores, pero sin cambiar su esencia rítmica, paseándolo por los escenarios más emblemáticos del mundo, exportando nuestra dominicanidad como su mayor estandarte. 


Un artista que impuso su propio sello, un auténtico maestro, soñador, merenguero hasta la tambora, con la capacidad de combinar lo bohemio con las realidades sociopolíticas, convirtiéndose en un filántropo y conocedor de la idiosincrasia dominicana en su máxima expresión.


Su pasión, su don de gente, su aporte social, su inigualable sonrisa y picardía, permanecerá como una antorcha encendida en todos aquellos que disfrutamos de su extraordinario talento. 


Su último deseo de regresar a los escenarios y recibir nueva vez el calor humano, es solo una confirmación de la grandeza musical del “único negro que bota miel por los poros”, “El Caballo Mayor, Don Johnny Ventura.


Estoy convencida de que, el mundo llora la irreparable partida del hombre que marcó un antes y un después en la historia del merengue, inyectándole vida y ritmo, convirtiendo en una gran pista de baile los escenarios más importantes.


 

Despedimos al músico, cantante, locutor, actor, productor, animador, compositor, arreglista y un creativo de primer orden que innovó este cadencioso ritmo que hoy, llamamos merengue, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la UNESCO.


El corazón de esta estrella, considerada como una MARCA PAÍS, se detuvo a los 81 años de edad, causando un gran pesar, pero dejando una impronta que marcará generaciones, sin importar edades o nacionalidades, porque su legado no perecerá en el tiempo, no pasará de moda.


Gracias por expresarte en tu mejor idioma. “La música”, y, por regalarnos más de 60 años de historia convertidas en canciones como Pitaste, Salsa para tu Lechón, Dame Un Chin / Si Eso Es Tuyo, Caña Brava, La Agarradera. Solo por citar algunas.


Su conocida expresión. ¡Oye qué rico, mami! Define a esta súper estrella que grabó más de 100 álbumes durante su exitosa discografía.


Existe una popular frase que reza de la siguiente manera: “nunca muere un grande, mientras el alma de un pueblo lo recuerde”.


¡El mundo le ama y le recordará por siempre, Don Johnny!


“Los años en la música los repaso tratando de no hacer cronología porque entonces se pierden en la médula del tiempo”.  


Johnny Ventura.

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